No hay sensación mas agradable que ir a jugar en vivo un torneo de ajedrez, entrar al recinto y ver los tableros y relojes esperando, buscar en el pareo a tu contrincante y ubicar la mesa que te corresponde.

Sentarse frente a las piezas que te corresponden y acomodarlas como acariciándolas para que te sean propicias en la partida, si tu contrincante no ha llegado la espera te envuelve en la incertidumbre y la adrenalina espera la solución al misterio de si llegará o no; si no llega ganas por walkover pero realmente deseas ganar así?..... no que llegue y demostrare que soy el mejor.

Estas en ello y el se sienta extendiendo la mano y tu no sabes si reír o llorar. Primer movimiento que ha significado una nerviosa decisión de que rumbo tomarás, y haber que se trae este sujeto?

De repente todo se convierte en magia, el silencio es hermoso y aterrador, estás a la espera de un error contrario que te ilumine el camino de la victoria, y eres tú, solo contra tus miedos, solo con tu experiencia, solo con tu voluntad, solo pero acompañado de la urgencia del triunfo para demostrarte a ti mismo que si puedes ganar, y demostrarle al otro y los demás que está vez fuiste tu.

Que hermoso momento, donde incluso si el otro te hace poner los pies en la tierra con jugadas brillantes, eres capaz de felicitarle y sentirte ganador porque ganaste experiencia y un amigo para el café.

Así es una partida de ajedrez o no?

Saludos 
Carlos